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Crisis ambiental por el petróleo derramado se superaría en agosto

El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, manifestó que “estamos comprometidos en solucionar esta emergencia, nos responsabilizamos en el cierre definitivo del pozo, la compensación y acompañamiento a las comunidades”.

 

La crisis ambiental que se vive el sector de la Lizama por el derrame de petróleo del pozo 158, fue ampliamente debatida esta martes en la Comisión Quinta del Senado, donde se informó que pese a que ya se inició el sellamiento, tan sólo hasta después de mitad de año se superaría el problema.

 

El debate de control político que tuvo su primera sesión este martes, y se espera siga mañana, fue citado por el senador del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo, quien aseguró que este afloramiento de crudo visto en la Lizama es el más grande que nunca se había visto en el país.

Robledo aseguró que debe ser la estatal petrolera la que responda por los daños ocasionados y llamó la atención sobre la hipótesis que influyó un aumento de presión, para lo que pidió establecer causas y responsabilidades, y garantizar el bienestar de las comunidades.

Como tercera conclusión, según el senador del Polo, no se debe manipular toda esta crisis para llevar el tema para privatizar a Ecopetrol.

La senadora del Partido Mira, Gloria Estela Díaz, dice que en la investigación de lo que pasó se deja claro hasta dónde llegó la responsabilidad de entidades como el Ministerio de Ambiente, la Corporación Autónoma Regional (CAR), la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, entre otros.

La senadora del Partido de la U, Maritza Martínez, insistió en que desde Ecopetrol no se procedió de forma correcta para poder enfrentar esta situación, y consideró que la demorada reacción de la ANLA se debió por error de la petrolera.

El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, manifestó que “estamos comprometidos en solucionar esta emergencia, nos responsabilizamos en el cierre definitivo del pozo, la compensación y acompañamiento a las comunidades”.

Bayón sostuvo, en varias ocasiones, que “se debe abandonar técnicamente el pozo para evitar que haya comunicación con la superficie”.

Informó, además, que con la llegada de una ayuda técnica de una maquinaria que viene desde los Estados Unidos, se va iniciar todo el proceso de sellamiento formal, pero indicó que toda la situación tan sólo se estaría superando entre julio y agosto.

El directivo de la compañía dijo que pese a la fuerte lluvia que hubo durante la madrugada de este martes, no se desplazaron algunas barreras puestas en el lugar del derramamiento, es decir que el petróleo no se volvió a verter sobre el agua.

 

PROCURADURÍA PIDE UNA INDEMNIZACIÓN

Por su parte, la  Procuraduría General de la Nación interpuso ante el Tribunal Administrativo de Santander una acción de reparación de grupo solicitando que Ecopetrol responda por los daños y perjuicios causados por el afloramiento de hidrocarburos y gases del pozo Lizama 158, en zona rural de Barrancabermeja. 

«La altísima emanación de hidrocarburos y gases del pozo 158, del campo Lizama, operado por Ecopetrol S.A causó la gravísima lesión a intereses legítimos, patrimoniales y extrapatrimoniales; incluso irreversibles, susceptibles de ser indemnizados y reparados judicialmente», manifestó la Procuraduría. 

En ese sentido, el Ministerio Público pidió que se declare administrativa y extracontractualmente responsable a la estatal petrolera para que repare a los ciudadanos, residentes y trabajadores en las áreas de influencia del pozo La Lisama que se han visto afectados con la emergencia. 

La indemnización también deberá cubrir a los habitantes de las inmediaciones de las quebradas Lizama y Caño Muerto, y el río Sogamoso, ubicados en jurisdicción rural de los municipios de Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí y Puerto Wilches (Santander) hasta donde llegó parte del hidrocarburo. 

El ente de control también señaló que Ecopetrol posiblemente ocultó información relevante para evitar el derrame de crudo y subdimensionó la magnitud real del desastre. 

«Se trata de una afectación colectiva tanto a los ecosistemas, como a las personas, que condujo a la afectación de una gran variedad de elementos necesarios para la producción de alimentos, fundamentales para la población de esa región del país, haciéndose intuitiva la necesidad que se imponga una reparación incluso mayor, pues razonablemente se prevé que a futuro aumenten los daños», indicó. 

De acuerdo con el Ministerio Público, una de las características de los daños ambientales, es que tienen una alta probabilidad de aparición de nuevos efectos sobre la salud humana y sobre el medio ambiente tras varios periodos de tiempo. 

BOGOTÁ COLPRENSA

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