Gobierno de Petro no respondió a la petición de ‘Los Pachencas’

El pasado 18 de enero las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) o ‘Los Pachencas’, dieron a conocer un video en el que le solicitaban al presidente Gustavo Petro, una reunión en el corregimiento de Minca con el fin de establecer unos acercamientos que agilizaran el proceso de la paz total, política que conlleva al cese del fuego y de las operaciones subversivas en el departamento del Magdalena. El grupo al margen de ley comunicó su deseo de establecer diálogos en la vereda Los Moros con participación de organismo garantes y defensores de derechos humanos. 

La propuesta establecía como fecha tentativa el viernes 27 de enero, sin embargo, dicho requerimiento no encontró respuestas por el nivel central, este medio de comunicación conoció que la representación jurídica de las ACSN se quedó a la espera de la contestación, no obstante, hay avances en lo pactado, por ejemplo, la suspensión de hostilidades contra las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo, lo cual se ha reflejado en la disminución de homicidios en las zonas críticas de Santa Marta y el Magdalena.

“Las negociaciones están empezando a despertar cierto grado de preocupación, justamente por el silencio del Gobierno, y es un error porque la criminalidad de estos dos actores, era alta porque venían mostrando su letalidad y un incremento en la violencia. Urge generar un mecanismo de verificación al cese de hostilidades, porque claramente se balancea sobre una cuerda muy delgada, y se puede inclinar o romper en cualquier momento. Eso está bastante crudo y está generando nerviosismo entre los actores armados y tensiones entre la comunidad, lo cual es peligrosísimo”, resaltan los analistas del conflicto armado.

Resalta, a su vez, que la gente no quiere que las estructuras ilegales se apoderen de las formas y maneras como la sociedad deba moverse, ni tampoco afecten con intimidaciones, desapariciones o extorsiones, eso porque en el contexto se mantiene una economía muy fracturada por las consecuencias de las restricciones del Covid-19. Las organizaciones sociales en el territorio han venido insistiéndole al gobierno nacional que entregue, de manera particularizada, cuáles son las reglas de juego y dónde entran las comunidades indígenas, campesinas, por ejemplo.

“Hace poco menos de una semana tuvimos siete homicidios en el Magdalena, y tuvimos la primera masacre, donde actuaron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Y, aunque tenemos una disminución importante en los homicidios, esto no es razón para no pensar o para no revisar qué está pasando con el cese de hostilidades, porque lo que sí vemos es que otros delitos se han aumentado.

Lo que urge en este momento, es claridad para empezar a encontrar elementos comunes que permitan empezar a estructurar las mesas de diálogo para la confianza y entrelazar canales de comunicación entre el Estado, los actores armados y las comunidades. Enero es un mes importante para la toma de decisiones, para ajustar algunas rutas y particularmente, a partir de este momento, se tendrían que empezar a tener algunas noticias más claras frente al tema de la paz total en el departamento”, sostienen defensores de derechos humanos.

Diferentes sectores piden  ejercer un mecanismo de monitoreo en este lento proceso, porque las ACSN no son como el ELN con quien se puede tardar hasta cuatro años para llegar a acuerdos determinantes, dado que por su clara diferencia ideológica y operativa, es porque las autodefensas sobreviven de un portafolio criminal que les genera unas rentas y cualquier parálisis en sus acciones para mantener su estatus y poder pagar sueldos, comprar comida y elementos de comunicación; y la necesidad en sí misma, puede diluir este pacto en cualquier momento, y podría generar el efecto contrario que hoy se está consiguiendo.

En la Troncal del Caribe, las veredas de la Sierra Nevada y en las zonas más afectadas por la lucha de territorio del Clan del Golfo y las ACSN, no quieren perder las esperanzas de un proceso que se encamina primero a una tregua y luego a la erradicación del conflicto armado.