Derrame continuo de agua de ´caca´ afectó la economía de El Rodadero

La Secretaría de Desarrollo Económico de Santa Marta analizó las crisis generadas por Essmar – EPM en el manejo del alcantarillado de la ciudad y la injerencia de estas fallas en el turismo 

El deplorable espectáculo brindado en El Rodadero por la Empresa de Servicios Públicos del Distrito (Essmar), dirigida por EPM, abren una discusión orientada hacia lo financiero, ¿Qué tanto ha afectado el derrame de aguas residuales a la dinámica de las micro y macroeconomías que rodean el turismo de esta zona? Y aunque el cierre de un restaurante o una discoteca serían la respuesta a este cuestionamiento, el escenario no agota la totalidad de la problemática.

Pese a lo palpable de la situación y los perjuicios ocasionados, Essmar, manejada por EPM, niega que sean responsables de la crisis económica en la que entraron muchos negocios de la cadena turística.

El colapso del alcantarillado sobre las vías públicas genera un impacto intangible, como la imagen que se llevan los visitantes; y otro tangible pero que aún no ha sido medido.

Iván Calderón, secretario de Desarrollo Económico de Santa Marta, le tomó el pulso al colapso del sistema de alcantarillado y a la incapacidad de la Essmar – EPM, y aseguró que, desde el 7 de enero del presente año hasta la contingencia del puente festivo de San José, sin desconocer escenarios anteriores, la cadena turística representada en la industria de viajes, excursiones, gastrobares, artesanías y hospedaje, se han estancado.

“La exgerente Yahaira Díaz, dejó contratada unas obras en la segunda, en la tercera y en la Avenida Tamacá, que se debieron entregar el 15 de diciembre, nos dijeron que el 15 de enero, y hoy nos avisan que el primero de abril. Obviamente esta obra no la contrató EPM, pero sí está bajo su responsabilidad y esperamos que cumplan con estos plazos, porque básicamente desde allí es que se agudizan los rebosamientos. Estos trabajos, que incluye un colector de tamaño de 24 pulgadas, serían parte de la solución. Necesitamos que eso culmine porque obviamente es una vía abierta, destapada, que le están causando un mal al turismo y obviamente una mala presentación de la ciudad.  Eso impacta negativamente pero todavía no lo hemos podido medir. Esperemos los resultados de esta temporada para poder tabularlo exactamente, pero confiamos que, por el bien de la ciudad, se respete el plazo y entreguen esas obras. Allí en esos sectores la inversión está totalmente paralizada y los que ya tienen negocios, pues, obviamente están preocupadísimos, están al borde del desespero, porque en sus frentes se dan unos olores nauseabundos de aguas residuales, nadie asiste a comer, nadie quiere comprar en algunas agencias, hay unos restaurantes, ventas de refrescos, y edificios donde la gente está cansada de los hedores”, dijo Calderón.

En este mismo sentido, el secretario resaltó que hay varios locales “muy afectados. Esta zona hay restaurantes muy bonitos, donde además de vender comidas también comercializan cerveza y artesanías. Conozco bastante a los comerciantes y los empresarios de esta área y están desesperados por la tardanza en las obras de la Avenida Tamacá y las de la segunda y la tercera”.

SANCIONES DEMORADAS 

Jaime Avendaño, director del Departamento Administrativo de Sostenibilidad Ambiental (Dadsa), está en mora de emitir el auto sancionatorio del cual hizo referencia a inicios del mes de marzo tras agotarse la etapa de los alegatos que la Essmar – EPM debía rendir tras un proceso aperturado el 17 de enero por la contaminación del canal Las Iguanas y el derrame de aguas sucias por las calles de El Rodadero a principios de este año. El funcionario había asegurado que la amonestación era inminente.

“En este momento ya ha pasado la época de descargo y nosotros estamos concretando la sanción, es decir, calculando la imposición de la multa, pronunciándonos con respecto a cada uno de las justificaciones que hicieron, y ya establecer la sanción correspondiente producto de la situación que se presentó, que a todas luces y evidentemente, fue una violación completa a lo que establece el Decreto 1076 de 2015, con respecto a prohibir los vertimientos de aguas residuales en cuerpos de agua, que fue lo que se tipificó, se evidenció, se documentó. Entonces, es una sanción que en estos días estaremos sacando”, explicó en su momento Avendaño.

Sin embargo, nuevamente se genera esta acción atentatoria contra el medio ambiente, y nada pasa, todo se sigue manteniendo en las lógicas de la impunidad. Los ambientalistas exigen sanciones urgentes sin ningún titubeo en el marco de la Ley.

PROCURADURÍA SIN RESULTADOS 

A propósito del vertimiento de la temporada turística del mes de enero, el procurador Judicial, Ambiental y Agrario del Magdalena, Jorge Escobar Silebi, se pronunció sobre el escándalo suscitado por el derrame de aguas putrefactas. El Ministerio Público aperturó una investigación para, con parámetros técnicos, establecer la carga contaminante que llegó al mar y al humedal Las Iguanas.

“El estudio que realice el nivel central de la entidad, respecto del informe con fines disciplinarios remitido, determinará la dependencia competente al interior de la Procuraduría General de la Nación para adelantar la investigación, puesto que acorde con la calidad de los servidores públicos, órganos y entidades involucradas, la competencia podría estar en la Procuraduría Provincial de Santa Marta o en una Procuraduría Delegada”, dijo el funcionario.

Pero de los tales hallazgos que debían entregarse desde la Red de Vigilancia para la Conservación y Protección de las Aguas Marinas y Costeras de Colombia del Invemar, no se conoce absolutamente nada. Van dos meses desde que la Procuraduría rompió su silencio, pero no han pasado del dicho al hecho.

Ante todo este panorama de inimputabilidad de la Essmar – EPM, los comerciantes tienen miedo porque no hay la certeza que con la alta llegada de turistas en Semana Santa, no se van a presentar más episodios como el registrado durante el puente festivo anterior.