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Buscan a los dos autores del crimen de lanchero
Óscar Antonio Parejo Camargo, de 43 años de edad, quien se ganaba el sustento diario como ‘lanchero’, fue ultimado a bala delante su hija.
El Cuerpo Técnico de Investigación Criminal – CTI – de la Fiscalía General de la Nación en un trabajo articulado con la Seccional de Investigación Criminal – Sijín – de la Policía Metropolitana, está llevando a cabo las investigaciones para establecer los móviles del homicidio de Óscar Antonio Parejo Camargo, de 43 años de edad.
Los investigadores asignados para esclarecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar, han avanzado en las labores de campo que consisten en la recopilación de información, grabaciones de cámaras de seguridad y así mismo entrevistas con familiares de la víctima y persona que presenciaron el homicidio.
“Es un hecho prematuro, no se ha establecido hasta el momento una hipótesis, por lo que estamos trabajando para esclarecer lo sucedido. Algunas grabaciones de cámaras de seguridad nos permitirán individualizar para luego ubicar y capturar a los responsables de disparar contra Parejo Camargo”, dijeron fuentes judiciales.
La coronel Adriana Gisela Paz Fernández, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, informó que los criminales deberán ser capturados lo más pronto posible, teniendo en cuenta que no tuvieron compasión a la hora de disparar contra Óscar Parejo, quien se encontraba junto a su pequeña hija.
EL HOMICIDIO
Como se dio a conocer en la edición impresa de ayer, el homicidio de Óscar Parejo se registró en la carrera 10 con calle 1 del sector de La Quemada, en Gaira, momentos en que se transportaba en una motocicleta con su hija y desconocidos en un vehículo similar lo interceptaron para luego dispararle en repetidas oportunidades.
Se conoció que la víctima perdió el control del automotor y cayó abruptamente contra el pavimento junto a su hija, quien al quedar con manchas de sangre en sus extremidades inferiores y superiores, fue auxiliada por la comunidad y trasladada hasta la sala de urgencias del centro asistencial más cercano.
No obstante, los médicos de turno después de examinarla se percataron que no presentaba afectación alguna y procedieron a limpiarle la sangre. Seguidamente, ordenaron su salida y la pequeña se fue con sus familiares.
Entre tanto, Parejo Camargo quedó en la mitad de una vía, boca abajo y con sus extremidades cubiertas de sangre producto de los balazos que le propinaron.
