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Basuras acumuladas entre las rocas contaminan el mar
Bolsas plásticas, icopor, botellas de vidrio, latas y otros desechos se encuentran acumulados entre las rocas que conforman el espolón cerca al puerto marítimo. /MONTINER ALVIS
La presencia de cangrejos, algunos moluscos y diminutos peces que habitan junto al espolón cerca al puerto marítimo contrasta con la proliferación de desechos plásticos.
Pescadores del sector norte en la Bahía de Santa Marta, así como los distintos prestadores turísticos y vendedores ubicados a lo largo del remodelado Camellón están indignados por la acumulación de basuras entre las rocas que conforman el espolón que se encuentra cerca del puerto marítimo.
La situación obedece a la falta de cultura ambiental e irresponsabilidad de algunas personas, quienes llegan a disfrutar del baño en el mar con alimentos, y bebidas, pero dejan tirados los desperdicios sobre la orilla, los cuales son arrastrados por los vientos hasta incrustarse en las rocas.
Es increíble ver la cantidad de bolsas plásticas, vasos, platos de icopor, botellas de vidrio, latas de cervezas y una gran variedad de desechos, los cuales también terminan en el mar contaminando ese ecosistema con vida marina.
Entre las rocas se puede constatar la presencia de cangrejos, algunos moluscos y diminutos peces que habitan junto al espolón, pero esa belleza natural contrasta con la proliferación de las basuras. Que bueno sería poder realizar alguna brigada de aseo con la participación de los colectivos ambientalistas, biólogos, pescadores, vendedores, prestadores turísticos y de las personas voluntarias, quienes deseen sumarse en favor de esa causa y de la vida marina.
A dicha jornada sería valioso además contar con la colaboración y apoyo de los denominados ‘escobitas’, personas que laboran en la empresa ‘gemela’ de la Essmar E.S.P. a quienes se les observa solamente aseando la zona de playa y del Camellón de la bahía.
Recientemente uno de los pescadores rescató en la zona contigua al espolón un molusco grande, el cual sacó para posteriormente llevarlo hacia el Acuario. Según lo indagado, se trataba de una ‘liebre de mar’ que en otrora eran bastante comunes ya que se presentaban en grandes cantidades.
“A esta especie se le conoce también como mariposas de mar, vienen en esta época de aguas frías y después desaparecen migrando hacia otros destinos”, explicó don Hernando Valencia Abdala, uno de los fundadores del Mundo Marino, Acuario que funciona en El Rodadero.
