“Ha llegado el momento de poner a prueba la producción y logística clásicas de la cerveza teniendo en cuenta cómo tratamos nuestro medio ambiente”, mencionó Helmut Fritsche, accionista mayoritario de Neuzelle.
“Miles de millones de litros de agua se transportan a los consumidores de todo el mundo, porque la cerveza se compone de hasta un 90% de agua. Desde el punto de vista medioambiental, ya estamos ahorrando en transporte, pero aún no en el uso de recursos y los costes de producción”, agregó.
Pese a los grandes resultados que han obtenido, esta cerveza es libre de alcohol hasta el momento, por lo que esperan agregar este elemento en las etapas finales, antes de poderla lanzar al mercado.