La U y liberales se dejaron convencer e impulsaron la reforma a la salud

Los artículos aprobados se refieren a las comisiones intersectoriales, a la participación ciudadana y al principio de celeridad en el sistema de quejas. Fue la primera sesión en la que estuvo el nuevo ministro.

La aprobación de la reforma a la salud calentó motores este jueves en el Congreso. El Gobierno logró un pequeño primer paso al aprobar tres artículos del proyecto con el apoyo decidido de los partidos Liberal y de La U, cuyo equipo técnico se ha reunido con el del Ministerio desde que llegó a esa cartera Guillermo Jaramillo. Y los convenció, ¿o les dio burocracia?

La votación terminó con 14 votos por el “sí” y 6 por el “no”; hubo una abstención de la representante Mafe Carrascal, quien se retiró de la sesión por problemas de salud. De esta manera, la Comisión Séptima aprobó los artículos el 30, el 91 y el 103. ¿De qué tratan?

El 30 refiere a la creación de las comisiones intersectoriales departamentales, distritales y municipales determinantes de salud y salud pública; el 91 señala la participación ciudadana y social en el sistema de salud; y el 103 señala el principio de celeridad en el sistema de quejas y reclamos.

Una jornada en medio del afán

El ministro Jaramillo aprovechó su presencia para defender la iniciativa –que continuará su discusión la próxima semana–, reiterar que mantendrá el diálogo “pero no la obstrucción” y que podrán “construir con la élite y la burguesía”.

Sin embargo, la prisa y los cuestionamientos siguen rondando la construcción de esta iniciativa legislativa del Gobierno de Gustavo Petro. Estaba próxima a iniciar la discusión del articulado, pero las bancadas de oposición (Centro Democrático y Cambio Radical) manifestaron que no había claridad suficiente en los artículos que votarían.

Acto seguido, el presidente de la Comisión Séptima, Agmeth Escaf, autorizó que se creara una comisión accidental para que estudiara las 450 proposiciones que le hicieron al texto. Para eso, dio un espacio de tres horas y detuvo la sesión para que hicieran el análisis. Sin embargo, un cálculo matemático bastó para determinar que con ese tiempo iban a poder dedicarle 24 segundos a cada una: tarea que bien podría asignársele a la inteligencia artificial.

Los primeros en saltar fueron los gremios de las entidades promotoras de salud (EPS), que han seguido en la primera fila todos los debates de la reforma. Para sus representantes, este tiempo es escaso para hacer un estudio detallado.

“La reforma a la salud merece más de tres horas para que pueda consolidarse un texto que resuelva de fondo los problemas sobre los que reclaman usuarios y pacientes. No deber ser una carrera contra reloj”, expresó ante esto la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi).

Gestarsalud –que agremia a las EPS del régimen subsidiado– se unió a esta crítica al considerar que el tiempo era insuficiente y solicitó “un estudio amplio, técnico y detallado” de esta reforma. “Está en juego la salud de los colombianos”, puntualizó.

Siguen las advertencias

Si bien con la salida de Carolina Corcho y la llegada de Guillermo Jaramillo el ánimo de negociación cambió y el ambiente parece ser distinto en la relación con los gremios de las EPS, se mantienen las advertencias de los posibles peligros que este proyecto podría tener en el sistema de salud.

Así lo hizo la senadora Norma Hurtado (Partido de la U), quien además preside la Comisión Séptima de esa corporación, adonde tendrá que llegar la reforma si pasa las votaciones en la Cámara de Representantes. En entrevista con Blu Radio habló del conocimiento del sector salud de Guillermo Jaramillo y de su disposición al diálogo con los partidos, pero advirtió que, como se mantiene el articulado, “es una realidad que la figura de las EPS no hace parte de la conciliación que se ha venido trabajando con los diferentes equipos técnicos”.

Ante esto, añadió que, así las cosas, “nacen las gestoras de salud y vida que tendrá la posibilidad de tener una integración vertical en el primer nivel de atención a los servicios de salud y serán complementarios en los niveles especializados”.

“No es una reforma estatista”

Guillermo Jaramillo volvió como ministro a los pasillos que lo vieron crecer como líder político del Partido Liberal, cuando fue representante a la Cámara por el Tolima, entre los años 1982 y 1986.

Este jueves hizo su primera intervención como cabeza de la cartera de salud para reafirmar los postulados ideológicos del Gobierno que trasladan a esta reforma, así como para reiterar su disposición al diálogo con los partidos.

En medio de las respuestas que les dio a los representantes Andrés Forero (Centro Democrático) y Jairo Cristo (Cambio Radical), Jaramillo expresó que “no es una reforma estatista, habrá participación mixta, con los públicos y privados trabajando”.

El ministro también dijo que en el país se “montó un negocio durante la pandemia porque “triplicaron las UCI y nadie dijo nada. El negocio se hizo y en grande con el covid. Abrieron unidades de cuidados intensivos como si abrieran cualquier tipo de droguería y hay que ver cuántos salieron vivos de esas unidades”.

Declaración que le valió críticas. Como la docente en economía de la salud, Alejandra Taborda, quien dijo: “de los mismos creadores de ‘las EPS no curan, las EPS facturan’ llega: ‘en la pandemia se hizo un negocio grande con las UCI”. Apague y vámonos’.

Sin ir más lejos, la jornada dejó una victoria para el Gobierno que fue empañada por la declaración del ministro y solo el tiempo mostrará si borrará con el codo lo que hizo con la mano en medio de su rol conciliador para sacar adelante el proyecto.

/EL COLOMBIANO