Teddy Orozco Perea le anotó al Once Philips un gol olímpico en 1992. Hoy todavía es recordada aquella gesta entre los hinchas del Unión Magdalena.
POR:
MARÍA JOSÉ NIETO
El arco sur del estadio Eduardo Santos quedó marcado por la historia. Fue un 10 de mayo 1992, era domingo, como los domingos de antes, de puro fútbol, el de la misma hora en todo el país.
A los 23 minutos del segundo tiempo, Teddy Orozco pateó un córner desde el banderín occidental y el balón entró… ¡Gol! ¡Gol olímpico! Para sellar la victoria del Unión Magdalena 3-1 sobre Once Philips.
“Todo el mundo dice que es gol de brisa, pero en la Dimayor no aparece que es gol de brisa, gol de Teddy Orozco… olímpico”, dice entre risas Teddy Orozco Perea, exdelantero del Unión Magdalena; protagonista de uno de los goles más recordados por la afición del Ciclón Bananero.
Los de Manizales (hoy Once Caldas) llegaban a Santa Marta como líderes del Grupo B de la Copa Mustang I, como se llamaba la Liga Profesional y con doce fechas de imbatibilidad. Esa tarde, un doblete de Alex Comas y el gol olímpico de Teddy Orozco, hicieron ‘soplar con fuerza’ al Unión.
“Ese día paseamos al Once, jugamos bien el partido. Venían invictos y nosotros para qué… (Daniel) Silguero hizo una charla buena y el premio para qué… ganarle al que venía invicto”, agrega Teddy.
En la mente se le detiene el tiempo, relata que el balón salió y desde el tiro de esquina a pierna cambiada, pateó fuerte, y un despiste de Comas ayudó a que la reacción del guardameta paraguayo Claudio Ibarra (que el año siguiente jugó en Unión) fuese inútil.
“Alex es mi gran amigo del barrio San José y él trato de ‘peinarla’ pero no la tocó, el hace la tapa de que Claudio no la vea y se le va… cuando él quiso despertar ya el balón estaba dentro”, acordándose que luego de la histórica anotación, llegó la polémica.
“Comas casi me quita el gol y después hubo una polémica con el profesor (Jorge Luis) Pinto porque dijo que el arquero tocó la pelota entonces no era gol olímpico directo… Yo lo llamé y le dije… ‘profe’ lo mío es ‘robao’, lo del pobre porque es Unión… el gol fue olímpico, en la Dimayor aparece olímpico”, acota riéndose el exjugador oriundo de Barranquilla y que registra 57 tantos con la casaca bananera.
Teddy llegó al Unión Magdalena luego de forjarse en el equipo San Lorenzo (equipo amateur del barrio San José de Barranquilla), Selección Atlántico, Sporting (2ª) y Deportivo Riohacha (2ª). Su debut profesional fue en el Cúcuta Deportivo (1985) antes de cumplir su primera etapa en Ciclón.
Arribó a Santa Marta por la amistad de los directivos del Deportivo Riohacha con el Unión Magdalena y ellos “dijeron vas para el Unión”, explica el ex atacante que también pasó por DIM, Cali, Unicosta (2ª) y Alianza Petrolera (2ª).
“El gol olímpico es bonito por la forma y la posición en la que lo hace uno. A Dios gracias sigo nombrado como el olímpico Orozco… ya no me dicen Teddy (risas) Eso es bonito que lo estén recordando a uno”, reseña Orozco Perea.
Asegura haber anotado 77 goles, aunque en Dimayor aparecen 68. A la memoria le llegan unos de ‘vaselina’, o de ‘globito’ como dice, y uno que le anotó desde lejos al uruguayo Lorenzo Carrabs en Barranquilla durante un clásico Junior 2-3 Unión Magdalena, pero ese gol olímpico lo ha enmarcado de por vida en la institución samaria.
“Fue un gol espectacular y me gustó porque fue aquí en el estadio Eduardo Santos. Esa fue una jugada natural. A Dios gracias me dio esa virtud, que yo pongo la pelota donde yo quiero, entonces yo le decía a ellos, la pelota va cerrada y al primer palo y así cobré el tiro de esquina”, recuerda.
En una vida ligada al balompié, los sábados en la mañana juega el Torneo Distrital de Docentes, luego dirige a Ingenieros de Sistemas en el torneo de Los Profesionales por las tardes, y los domingos vuelve a estar en la raya en el torneo Sub’40. También imparte sus conocimientos deportivos a decenas de niños en Zona Bananera, pues labora en Cajamag como formador de fútbol en esa municipalidad.
“Ahora le pego más o menos porque esos Mikasa (marca de balones) pesan mucho… Eso fue una virtud natural, yo creo que dada por Dios… y uno va afinando el día a día, con los entrenamientos, fue algo innato, me lo puso Dios, la potencia en la pierna izquierda, eso es lo tuyo para que te conozcan en el fútbol”, zanjó.