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Precios del Café tienen en incertidumbre a los cultivadores de Valle y Cauca

De nuevo los cafeteros del país están en la encrucijada por los bajos precios del grano, lo que no permite que los ingresos alcancen para cubrir los costos de producción.

El Valle del Cauca tiene 61.000 hectáreas sembradas con el grano y unos 23.000 caficultores.

Jaime González, productor de Caicedonia, aseguró que “la preocupación es grande”, pero “lo más grave es el panorama incierto que se avizora para el resto del año”.

Se refiere el caficultor a que Brasil, principal productor mundial, espera una cosecha récord. Eso quiere decir que habrá mucha oferta en el mercado y bajos precios.

Hoy la libra de café en el mercado internacional vale US$1,17. En Colombia, las cooperativas cafeteras pagan $70.000 por arroba del grano, pero, ayer, en pueblos como Caicedonia, se vendió a $68.000. “Los costos para producir una arroba están entre $70.000 y $72.000, es decir, trabajamos a pérdida”, dijo González.

En el Cauca, hoy cuarto productor en Colombia, los caficultores están desmotivados y hablan de cambiar de cultivo, dice el productor Juan Bautista. “El problema es que los pequeños productores, que son el 95 %, no tienen el dinero ni condiciones para dedicarse a otra cosa”.

 

¿QUÉ CAMINO SEGUIR?

Las alternativas para enfrentar la caída en los precios del café, que es una situación cíclica y que se da por aumento de la oferta, son pocas (ver entrevista con el Gerente de la Federación Nacional de Cafeteros).

Según Jaime González, dedicarse a producir cafés especiales siempre ha sido una opción, pues estos tienen mejores precios en el mercado. “En el Valle del Cauca ha crecido el interés por estos tipos de café, pero no es suficiente”.

Por otro lado, dijo que fomentar campañas para que se aumente el consumo de café en Colombia es “una buena idea”, pero no arreglará el problema. “Necesitamos un precio de estabilización”, reclamó.

 

Al respecto el cafetero Juan Bautista, del Cauca, aseguró que en ese territorio hay esfuerzos por avanzar en la producción de cafés especiales, sobre todo en el sur y oriente del departamento, “pero hay que trabajarle mucho a eso todavía. Por ejemplo, un café de 90 puntos (calificación según acidez y aroma) se ha vendido en $120.000 la arroba.

“Esto sí es una opción para la caficultura, pero no todos pueden dedicarse a eso”.

Para este agricultor, la otra alternativa que le queda a los cultivadores es combinar en su finca la producción de café y otros alimentos. La limitación es que no todos los campesinos tienen los recursos para lograrlo.

 

Según Héctor Fabio Cuéllar, gerente del Comité de Cafeteros del Valle, las salidas para el sector son: seguir trabajando en cafés especiales y mantener la renovación; consolidar los fondos de estabilización de precios para el agro y de forma inmediata ayuda con recursos para los agricultores.

“En el Valle 39 de los 42 municipios tienen café, en especial El Águila, Ansermanuevo, Sevilla, Caicedonia y Trujillo. Esto no se puede poner en riesgo”, dijo.

 

El Valle tiene 37.000 hectáreas con variedades de cafés especiales.

 

«NECESITAMOS MÁS APOYO DEL GOBIERNO»

 

El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, habla sobre la actual situación del sector.

 

¿Cuál es el panorama actual del sector cafetero en Colombia?

El panorama actual tiene dos factores: la producción y los precios. Por el lado de la producción vamos a tener un primer semestre un poco más pequeño que el pasado, producto del clima de 2017, y un segundo semestre que no lo vemos complicado. El problema está por el nivel de precios que recibe el cafetero porque hace un año teníamos una cotización internacional por el lado de 1,40 y un dólar de $3000 que nos estaba dando una carga entre $800.000 y $850.000. Hoy tenemos un mercado internacional en 1,17 y un dólar de $2700 que cruzó ya una línea imaginaria que teníamos de $700.000 por carga de café y ya estamos en $685.000. Esto es un nivel que no cubre los costos de producción y hace que la caficultura esté totalmente por fuera de la rentabilidad.

 

¿La afectación es solamente por el ingreso a los cafeteros o hay algún otro aspecto que se ve afectado?

Lo principal es el ingreso del cafetero, pero eso trae una reacción en cadena porque entonces no puede fertilizar, no puede hacer mantenimiento de sus fincas y eso redunda en malas producciones en adelante. También tiene que ver con que el cafetero se tiene que atrasar en los pagos de los préstamos y eso acaba con el ciclo virtuoso de créditos y poder mantener la caficultura hacia adelante.

 

¿Qué es lo que le están pidiendo al Gobierno Nacional?

Que necesitamos apoyo ya. El cafetero necesita que el Gobierno le dé la mano para nuevamente sortear este momento tan complejo que no es producto del cafetero, ni siquiera de la oferta y demanda de café, sino producto un tema monetario en Colombia que deja por fuera, no solamente a la caficultura, sino buena parte de lo que son las exportaciones de bienes agrícolas porque desde la Junta Directiva de la SAC también analizamos con angustia y con mucha preocupación lo que ha venido sucediendo con la tasa de cambio.

 

Es decir que este es un problema que se desprende de la actual tasa de cambio…

La tasa de cambio ha sido la gran responsable del mal momento de la caficultura colombiana. Si tuviéramos una tasa de $3000, no digo que estaríamos boyantes, pero por lo menos no estaríamos en esta situación de afugias tan aguda. Le hemos dicho y le hemos enviado mensaje al Banco de la República de angustia, haber si pudiera intervenir través de sus operaciones en la compra de dólares, para tratar por lo menos de frenar este desangre, porque volvimos al ciclo vicioso en el que el país retoma la senda de los combustibles y el resto de sectores se empiezan a marchitar con esta revaluación.

 

¿Los caficultores no están teniendo oportunidades para acceder a ellos?

Esto se vuelve un círculo vicioso. Cuando los cafeteros no tienen el ingreso, pero sí una deuda bancaria, entonces se atrasan, los reportan, no les prestan más plata en ninguna parte y tienen que acudir a los famosos ‘gota – gota’ y se vuelve muy complicado. En estos días tenemos un primer encuentro con el Banco Agrario, porque ya están en conocimiento de los problemas de la caficultura, a ver si somos capaces de adelantarnos a estos fenómenos y lograr que de alguna manera el cafetero pueda palear este mal momento que vivimos. Cali El País.

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