Médico de la Casa Blanca retira su candidatura para un puesto en el gabinete

El médico de la Casa Blanca Ronny Jackson retiró el jueves su nominación para encabezar el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) tras denuncias de que distribuyó drogas indebidamente y de que estaba borracho en el trabajo.

El anuncio marca el más reciente conflicto de personal en un gobierno sacudido por una serie de despidos y renuncias en poco más de un año desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo.

«Estoy lamentablemente retirando mi nominación para ser Secretario del Departamento de Asuntos de Veteranos», dijo Jackson en un comunicado.

 

El médico reiteró que las acusaciones en su contra son falsas, pero dijo que se retiraba de todos modos debido a la distracción que estaban causando.

«Desafortunadamente, debido a la forma en que Washington funciona, estas acusaciones falsas se han convertido en una distracción para este presidente y el importante tema que debemos abordar: cómo prestamos la mejor atención a los héroes de nuestra nación», dijo Jackson.

Su retirada se produjo un día después de que él mismo indicara a periodistas que seguiría luchando y que su nominación «seguía avanzando según lo planeado».

 

Trump, que sorprendió incluso a sus colaboradores más cercanos hace un mes al anunciar que este contraalmirante de la Marina era su elección para dirigir el VA, defendió a Jackson y dijo que «habría hecho un gran trabajo».

«Todas estas son acusaciones falsas… están tratando de destruir a un hombre», sostuvo en una entrevista telefónica con Fox News. 

 

La hija del presidente, Ivanka, también respaldó al médico, describiéndolo en Twitter como «un hombre de excepcional integridad, carácter e intelecto», y aclaró que seguiría con su trabajo actual en la Casa Blanca. 

«El hombre de los dulces»-Trump despidió a David Shulkin, anterior jefe del VA -organismo que atiende a los militares retirados y cuenta con más de 380.000 empleados- a fines de marzo, después de que fuera acusado de gastar 122.000 dólares en un viaje de nueve días a Europa con su esposa, que incluía visitas turísticas a castillos y partidos de tenis. 

 

Él VA, con una debilitada red de hospitales dedicados específicamente los veteranos, ha sido muy criticada por sus carencias, en particular en términos de atención psiquiátrica para aquellos que sufren de trastorno por estrés postraumático.

Jackson fue el médico de los presidentes Trump, Barack Obama y George W. Bush y fue bien considerado por muchos empleados actuales y anteriores de la Casa Blanca. Algunos creen que se ganó la simpatía de Trump en enero, cuando aseguró que el presidente de 71 años estaba en «excelente» estado de salud.

 

Pero se lo veía como insuficientemente calificado para dirigir una agencia gubernamental notoriamente disfuncional y ya enfrentaba una dura batalla por la confirmación del Congreso.

Tras el anuncio, surgió una ola de acusaciones sobre su comportamiento, desde haberse desmayado en el trabajo y estrellar un vehículo del gobierno hasta repartir drogas entre empleados que le conocían como el «hombre de los dulces».

«El próximo secretario debe tener el compromiso de reformar un sistema de atención de la salud forzado y la voluntad de hacer frente a los intereses especiales que quieren privatizar el VA», dijo el senador demócrata Jon Tester.