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España prepara un impuesto para los gigantes de internet

El gobierno español prepara la creación de un impuesto para gravar los ingresos de los gigantes tecnológicos estadounidenses en España y espera que ya esté en funcionamiento en 2019, apuntó este sábado el ministro de Economía, Román Escolano, en Sofía.

«El ministerio de Hacienda está trabajando desde el punto de vista técnico en la definición de una figura» tributaria, indicó en rueda de prensa Escolano, precisando que el objetivo es presentar esta medida «cuanto antes» y que «tenga también efectos en el año 2019».

 

Sus declaraciones se produjeron tras un encuentro de los ministros de Finanzas de la UE en la capital búlgara, donde abordaron la propuesta de la Comisión Europea de gravar a los gigantes de internet en base a sus ingresos en cada país y no a sus beneficios como hasta ahora.

Escolano expresó el apoyo de Madrid a esta medida europea de «corto plazo», mientras se debate a nivel más amplio en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cómo tasar la economía Además, reiteró los planes de Madrid de trabajar «en clave nacional».

La víspera, el ministro de Hacienda español, Cristóbal Montoro, había anunciado al término del Consejo de Ministros esa medida que contribuiría a financiar el aumento de las pensiones negociado entre el gobierno y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) para intentar sacar adelante los presupuestos de 2018.

El impuesto «gravaría las transacciones electrónicas en línea con la propuesta de la Comisión Europea sobre la fiscalidad de la economía digital», explicó Montoro en rueda de prensa, sin detallar este gravamen y que, a su juicio, permitiría «financiar mejor al Estado».

El proyecto de la Comisión Europea consiste en gravar en un primer momento el 3% de los ingresos -y no de los beneficios, como es habitual- generados por los gigantes de la red conocidos como GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) por la explotación de actividades digitales.

La tasa sólo se aplicaría a empresas cuya facturación anual mundial supere los 750 millones de euros y cuyos ingresos en la UE superen los 50 millones de euros, lo que deja fuera a las pequeñas start-up europeas.

MADRID AFP

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