HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Cirugía pensional

El 25 por ciento de los impuestos que pagamos los colombianos se destina a cubrir el faltante pensional y de este el 86% se va en subsidios para que el quintil de más altos ingresos reciba una pensión con una base de hasta $19.531.050 pesos. Mientras tanto, el 76% de los colombianos no tienen acceso a una pensión. Razón tiene entonces la Comisión del Gasto Público en insistir en la urgencia de reformar el sistema pensional.

La Ley 100 de 1993 creó un régimen dual de Prima Media y de Ahorro Individual con Solidaridad. En el primero, empleador y empleado cotizan, hay una edad mínima de jubilación (57 para las mujeres y 62 para los hombres), se requiere un salario mínimo para cotizar y hay un tope a la base sobre la que se calcula la pensión (25 salarios). En el segundo, la pensión depende principalmente de lo ahorrado, bajo unas condiciones.

Es decir, ayudó a poner orden. Pero se debe reformar por ser insostenible y regresivo. Como se indicó, el gasto pensional en el presupuesto nacional equivale a un cuarto del recaudo tributario que en 2016 fue de $33,2 billones. Mas aún, pasó de representar el 0,6% del PIB en 1990 a 3,9% en 2017, mientras tres cuartas partes de los mayores de 65 años -en especial los más pobres y de clase media- no tienen acceso a una pensión.

Si lo anterior fuese poco y como se señaló, la mayoría de los subsidios pensionales se destinan a pagar las pensiones de los más ricos de la población que se pensiona con un promedio salarial que privilegia el mayor ingreso. Es decir, hay una concentración de subsidios en el 3% de la población, pagados en gran parte por un 46% de colombianos que no está en pobreza extrema pero que tampoco le alcanza para recibir una pensión.

Parte de la explicación está en los regímenes especiales de los maestros y las Fuerzas Armadas. Los primeros sean hombres o mujeres se jubilan a los 57 años; los segundos cumplidos los 20 años de servicio, independiente de la edad y lo cotizado. Dado que el 75% del sector público está conformado por maestros, policías y soldados, el impacto fiscal es enorme. Un tema sensible dada la importancia de ambos sectores para el país.

Luego de este breve análisis y acorde con algunas recomendaciones de la Comisión, por más dolorosa que sea la cirugía, el próximo gobierno debe reformar el sistema para que más colombianos se logren pensionar. Seguramente implicará revisar a fondo el régimen de prima media y desmontar gradualmente los regímenes especiales, conservando el principio de solidaridad y sopesando el esfuerzo de ahorro que durante años han hecho los colombianos.

Pero hay un factor estructural que mientras no se corrija hará del nuestro un sistema pensional vulnerable: la informalidad laboral. Mientras no se tomen medidas efectivas para que más colombianos coticen, por más ajustes que se introduzcan el modelo será insostenible, en parte por el envejecimiento de la población. Mientras sea la misma o menor proporción la que cotiza a pensiones tarde o temprano el sistema se reventará.

El tema pensional es complejo y espinoso pero ineludible, no sólo por razones fiscales y de equidad, sino, porque es un imperativo social y moral lograr que los colombianos, sin distingo, tengan una vejez digna. Es lo mínimo que una sociedad les debe garantizar a sus mayores, que trabajaron por ella en el pasado y merecen unos años tranquilos. Es hora de ser disruptivos en materia pensional pues las aguas tibias de poco servirán.

ExMinistro de Estado

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