Es necesaria más infraestructura

Infraestructura alude a la parte construida, por debajo del suelo, en las edificaciones, como sostén de las mismas. Por extensión a todo lo que sirve de sustento o andamiaje para que se desarrolle una actividad o para que cumpla su objetivo una organización. En las ciudades, son los elementos que permiten que la población pueda vivir dignamente, como el sistema de cloacas, de agua potable, de tendido de luz eléctrica, de recolección de residuos, de comunicaciones, de edificios públicos (escuelas, hospitales). Sociológicamente hablando, es la que sustenta la organización social, su desarrollo y sus cambios (la superestructura, representada por el Estado y el resto de las instituciones, la política, la cultura, la ciencia).

Uno de los objetivos prioritarios de todo gobierno es ir tras avances consolidados que fortalezcan un crecimiento económico capaz de convertirnos en territorios competitivos, en aras de una mejor calidad de vida para la población, siendo fundamental contar con una mayor y mejor infraestructura a lo largo y ancho de nuestros municipios, sobre todo cuando desde siempre ha sido común que las administraciones presenten propuestas de diversa índole, pero de corto alcance, que únicamente han servido para mitigar problemas o carencias de forma momentánea, cuando lo requerido son diseños sostenibles en el tiempo que nos ayuden a convertirnos en una unidad administrativa con alto valor agregado.

Tenemos que pensar en objetivos tales como promover un desarrollo regional equilibrado; desarrollar una conectividad logística que disminuya los costos de transporte; y, mejorar la calidad de vida de la población con infraestructura y comunicaciones rápidas, seguras y a menor costo. Igualmente, pensar a futuro en gobernantes, legisladores, administradores, coadministradores y dirigentes con probada capacidad y experiencia en materia administrativa y de seguridad pública, que sin duda serán factor determinante para ponernos en la tarea de salvaguardar las dificultades, sobre todo aquellas de suyo complejas en nuestros territorios, en lo que juega papel preponderante la seguridad pública, sin duda factor inherente e insustituible en el desarrollo de planes que garanticen a los habitantes convivencia en armonía, confianza y paz.

Es claro que estos tiempos de cambios, transformaciones y globalizaciones, interesan reformas estructurales y proyectos de gran alcance para transformarnos en un territorio altamente competitivo, capaz de brindar bienestar y seguridad a la población, enfrentar los desafíos de una sociedad cambiante y sobre todo, participar decorosamente en una economía inmersa en el concierto nacional e internacional.  En ese orden de ideas, ya es hora que Santa Marta y el Magdalena ejecuten y realicen una gran obra de envergadura que nos llene de orgullo presentarla y divulgarla a todos los visitantes de nuestro territorio. No podemos seguir mirando que nuestros vecinos del Caribe si pueden realizar obras públicas, para erradicar la frustración y desconsuelo de la población, peor aún, cuando el Gobierno Nacional ha entregado los recursos para estos logros; verbigracia, la vía de la prosperidad, el teatro Santa Marta, el anhelado alcantarillado pluvial, los acueductos y un verdadero Estadio de Fútbol que corresponda con nuestra historia en ese campo, entre otros tantos ejemplos por citar.   

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