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Tratamientos de alto costo atrasados por deudas del estado

El tratamiento de 1.200 pacientes con cáncer y enfermedades huérfanas de la ciudad y el departamento, entre ellos 290 menores de edad, se estaría afectando por las deudas que Dadis y la Secretaría de Salud departamental tienen con la EPS Mutual SER.

Según información de esta entidad, desde el año 2012 hasta diciembre de 2017, por concepto de servicios de salud y tecnologías no incluidos en el Plan de Beneficios para afiliados del régimen subsidiado, Dadis adeuda 21 mil 155 millones 765 mil 333 pesos, mientras que la Gobernación de Bolívar, 19 mil 87 millones 563 mil 455 pesos.

Según la directora del Departamento Administrativo Distrital de Salud, Adriana Meza, Cartagena tiene el modelo 2 No POS, que consiste en que los tratamientos no incluidos en el plan deben ser pagados por el ente distrital, pero primero la EPS usa su red, realizando los procedimientos y luego hace el recobro a la entidad.

 

Al parecer, este modelo hizo que los recobros se acumularan desde el 2012 hasta llegar a la cifra actual, por lo que la EPS optó por evitar las compras directas y dejarlas en manos de la entidad, lo que ha hecho que se atrasen las compras y tratamientos.

“La situación del Dadis es igual a todas las secretarías de Salud del país, en las que hay deudas mayores a 3 billones de pesos, porque los presupuestos no son suficientes”, describió Meza Yépez.

 

La directora aseguró que el presupuesto distrital no es suficiente, pero que a Mutual le abonaron más de 3 mil millones de pesos, siendo la única que ha tenido pago de este tipo. Y destacó que son menos de 8 mil millones de pesos con los que cuenta el departamento para atender vigencias anteriores de población pobre no asegurada, venezolanos y los 500 mil afiliados del régimen contributivo.

 

UN CASO DE LOS MIL

César Maya tiene 33 años y un picaresco sentido del humor. Se sienta sobre su camilla con una pierna extendida y la otra flexionada, y permanece recto mirando a su madre hablar. La razón por la que cuentan esta historia es que necesitan salvarle a César la vida, una vez más.

Hace ocho años estuvo muerto durante 15 minutos. Su madre, Ana Silvia, pedía un milagro que lo trajera de vuelta sin secuelas; y regresó, pero con un sistema de salud que hace cada vez más difícil su acceso a tratamiento para su diagnóstico: glucogenosis tipo II o Pompe, una enfermedad huérfana que afecta el tejido muscular, por la disfunción de la enzima maltasa ácida.

 

Un juzgado amparó los derechos de César para agilizar la atención que le brindaba entonces la EPS Caprecom, y hace dos años pasó a Mutual Ser.

“Con Mutual las cosas fueron mejores, le dieron todos sus servicios de hospitalización, porque él necesita home care, enfermera y varios aparatos que controlen sus órganos cuando fallan. Pero con los medicamentos no hemos logrado que se dé a tiempo la entrega”.

 

Son 25 inyecciones cada quince días que deben aplicarle a César. Se trata de Alfa glucosidasa ácida, una enzima que evita la sobreacumulación de glucógeno en el cuerpo del paciente, deteniendo el progreso de la enfermedad.

 

Si esas inyecciones no son aplicadas en el tiempo estipulado, la enfermedad avanza irremediablemente y una nueva aplicación no devuelve a César lo ya deteriorado en el cuerpo.

“Estos meses sin tratamiento he tenido pérdida de fuerza, antes no cojeaba y ahora sí, porque la cadera me falla más. Como la enfermedad es degenerativa, si dejo de aplicarme estas inyecciones, todo el tratamiento anterior es plata perdida”, describió César.

 

El lunes que visitamos a la familia Maya Rondón, habían pasado cuatro meses desde la última aplicación de la glucosidad alta. El miércoles el Dadis informó a El Universal que ya el medicamento se había entregado a la EPS y ese mismo día le fue aplicado, pero su mamá insiste en que la solución no es definitiva.

“Ellos siempre responden ante la presión del juzgado por los desacatos o alguna llamada de la Superintendencia de Salud, pero eso no soluciona nada, porque siguen atrasándose, lo que nos sirve a nosotros es que cada 15 días, César tenga asegurado su medicamento”.

 

SOLUCIONES TEMPORALES

Adriana Meza explicó que a pesar de la situación económica de la entidad, se ha hecho un esfuerzo por comprar los medicamentos de César y que los retrasos se habían dado porque el laboratorio al que se le compra el medicamento cambió de razón social y no habían pasado planillas. “El 30 de abril fue entregado el medicamento para continuar con el tratamiento y adicional se está haciendo una compra que se autorizó hoy para tener tres meses de tratamiento”, especificó Meza Yepes.

El caso fue reportado a la Superintendencia de Salud, desde donde nos informaron haberlo pasado al departamento encargado. Cartagena El Universal.

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