Una mamá con entrega y verraquera

Rosa Delia Acevedo Gómez se ha caracterizado por ser una mamá dispuesta en el acompañamiento de sus hijos y a sacar adelante la empresa de su familia. / LUIS PARRA

“Es una mujer trabajadora, santandereana verraca, excelente mamá y esposa”, son las palabras de Luis Fernando Sánchez, presidente de la Unión Nacional de Comerciantes en Santa Marta y esposo de Rosa Delia Acevedo Gómez, con quien lleva compartiendo su vida desde hace 23 años y fruto de ese amor, nacieron Fernando José, Camilo Andrés y la consentida de casa, María Fernanda.

El señor Luis no escatima en elogios para la mujer ejemplar que tiene a su lado y sonriente, añade que es “la líder de su familia”; desde los 8 años, Rosa Delia se trasladó desde su natal Betulia, en Santander, hacia Santa Marta y aquí, se convirtió en una profesional de la Administración y ha logrado construir junto a su esposo, la familia que siempre soñó.

Rosa Delia ha encontrado en él, a su compañero de vida y lo considera un esposo muy especial, resaltando su incondicionalidad, su entrega y esmero porque ella se sienta bien, lo que se han convertido en referente para sus dos hijos, quienes han aprendido de la figura paternal, la que según Rosa Delia, es vital dentro de la familia.

“Hablo de manera particular y para mí ha sido importante porque he contado con un buen esposo, con una persona que se esmera por la familia, por mantener la unión y cuando es así, es muy valioso, porque la educación de los hijos y el sostenimiento de la casa debe ser compartido; él ha sido una persona integral y que no se aísla. Él siempre ha sido muy estricto y eso es muy importante”, expresó Rosa Delia Acevedo a HOY DIARIO DEL MAGDALENA.

Su experiencia como madre la describe como la mejor que le puede suceder a una mujer y es enfática en decir que el título de “mamá” no implica únicamente haber llevado los hijos en el vientre, sino el acompañamiento, la entrega y la disposición que solo una madre inspira y lleva intrínseco.

“Cuando uno se esmera porque los hijos sean la proyección que uno quiere tener de ellos, es la satisfacción más grande. He tenido unos hijos maravillosos; de verdad que le doy muchas gracias a Dios porque tengo dos hombres que pensaba que no era fácil criar hombres, pero fue muy fácil porque son muy nobles. Tuve la fortuna ahora última de tener una niña, que es como la luz de la casa, está chiquita y todo gira en torno a ella también, porque es la otra mujercita de la casa”, dijo.

La familia Sánchez Acevedo se ha caracterizado por su espíritu de lucha y trabajo; hace más de dos décadas poseen un negocio construido con esfuerzo y que ha hecho de Rosa Delia, una abanderada de la figura emprendedora en la mujer y así como ha mostrado su dedicación para sacar adelante su empresa, no ha dejado de velar por el bienestar de sus hijos.

“Siempre he estado para el trabajo dispuesta, para mis hijos, dispuesta, en el momento que me necesitan; cuando tengo que estar en el trabajo, estoy; que cuando estaban en el colegio necesitaban algo, ahí estaba yo a la hora y el día que fuera. Además, siento que Fernando depende mucho de mí también y por eso, siempre estoy a su lado. Sino es físicamente, los estoy llamando para saber que están haciendo, qué necesitan, yo digo que no hay que poner parámetros, sino estar con la disponibilidad”, explicó.

Rosa Delia Acevedo ha encontrado en su abuela, quien acaba de cumplir 88 años y es la matrona de todos, un ejemplo de compromiso y responsabilidad familiar; como buena familia santandereana, es numerosa y la señora se ha dedicado a mantenerla aún en estos tiempos difíciles, donde el daño social es cada vez mayor.

Este mismo ejemplo de unión y que pese a las dificultades, los hijos y la familia son lo más importante, le ha servido a Rosa para seguir construyendo hogar; tarea que con el paso del tiempo, se le va haciendo un poco más difícil, pues dos de sus retoños ya están grandes y siente que pronto saldrán de su seno.

“Ahora que están grandes, porque ya siente uno que van a volar, que cada uno va a coger su camino; es la idea que cada uno labre su propio destino y que lo hagan de la mejor manera. Cuando están pequeños, ellos son lo que uno quiere que sean. Ya que tengo uno profesional, digo que ya cumplí con una parte y le toca a él, pero de todas maneras uno siempre está ahí, porque siempre uno es la mano derecha para ellos. La niña tiene un temperamento igual que el papá, pero es muy especial, todos trabajamos en función de ella y no tiene un papá, sino tres”, manifestó.

MENSAJE

“Una buena madre debe tener entrega, asumir. Yo siempre he pensado que a uno no le enseñan a criar un hijo, eso no se aprende en ninguna escuela; pero ese instinto maternal que uno tiene para estar pendiente de ellos cuando están pequeñitos, es fundamental y que se le demuestre.  Todo eso es innato en la mujer; quien está dispuesta a tener un hijo, es porque sabe lo que viene encima.”