Votar para poder exigir

Los colombianos, como puede observarse en las estadísticas electorales, cuando mayormente se les necesita acuden menos a las urnas. Entre más hechos de corrupción se evidencian, entre más mal marcha el Estado, en lugar de votar contra quienes hacen eso posible, se tornan pasivos y sin remordimiento alguno, pero de pronto sí con algo de decepción, se quedan cómodamente en sus casas pareciéndoles no importarles la suerte de su localidad, municipio, departamento, región o país, con lo cual favorecen tal situación, toda vez que permiten con dicha actitud que los demás decidan por ellos.

Votar, pronunciarse, decidir, elegir, debe ser un imperativo para el ciudadano responsable. Es posicionar exigencias para quien resulte favorecido con el voto popular, quien tendrá la obligación de impactar mejorando positivamente la vida de los asociados. Con ello, se le está notificando las demandas poblacionales. Diciéndole por ejemplo que deben estructurarse en manera urgente acciones anticorrupción que respondan a los desmanes que en esta materia viene dándose en el país. Fomentar la transparencia fiscal y robustecer sus auditorías. Más transparencia sobre el uso de los recursos. Mejorar la calidad educativa y actualizar los pensum universitarios a efecto de contar con progesi9onales superiormente preparados para el emprendimiento. Implantar e implementar en las universidades programas teórico-prácticos que permite a los estudiantes obtener experiencia laboral y conocimientos aplicables. Generar alianzas universidades-sector privado, a fin de aumentar la empleabilidad sin menoscabar la calidad formativa.

Impulsar la reforma política y de justicia (operativa), que las lleve a un nivel importante de optimización. Garantizar los recursos para dar cumplimiento a cabalidad a los programas sociales. Velar por un transporte público de calidad. Controlar la deuda y transparentar el uso de los recursos públicos. Reducir la burocracia estatal. Generar trabajo que no empleo oficial. Mejorar los servicios públicos y ser responsable con las finanzas estatales.

Colombia es de nosotros, no de unos pocos, y votando lo demostramos. Abstenerse no es válida protesta, sino indolencia. Salgamos a votar a conciencia. No nos equivoquemos más al votar. No nos dejemos arrastrar por el siempre perjudicial populismo. No creamos en ilusionistas ni ilusionismos. Votando podemos exigir. No hacerlo favorece oscuras intenciones. Manos a la obra. Pasemos la pasividad a cero por favor. Seamos responsables con nosotros mismos y con los demás. [email protected]