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EPM  no descarta que la presa pueda romperse

Desde el primer momento, 30 integrantes de la Unidad de Operaciones Especiales en Emergencias y Desastres de la Policía Nacional (Ponalsar), con el apoyo de la Policía local, han estado alerta a las órdenes de evacuación de las familias que se encuentran ubicadas en la ribera del río Cauca y han patrullado las distintas zonas para prestar seguridad, como parte de la estrategia preventiva.

El gerente de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Londoño de la Cuesta indicó que se están tomando todas las medidas para atender a las poblaciones que fueron evacuadas y aseguró que la temporada invernal representa un gran dificultad para el proyecto de Hidroituango.

 

“El peor escenario es el rompimiento de la presa, evento que empieza a dar unas señales antes de su derrumbamiento y esto no ocurre sorpresivamente, sino que empieza a mostrar una desestabilización. En caso que ocurra esto nosotros estaríamos encendiendo la alarma roja, pero en ese momento puede pasar minutos, horas y quizás días», explicó.

El gerente de la compañía resaltó que si se llegara a presentar una emergencia de este tipo, con el colapso de la presa se generaría una afectación a cerca de 120.000 personas de los cinco municipios que se encuentran aguas abajo del proyecto.

«Si ese llegase a ser el evento, que es en el que estamos trabajando con las autoridades, tendríamos una mancha de inundación muy grande que prácticamente estaría inundando la totalidad de las viviendas cercanas de Puerto Valdivia, toda la parte baja de Tarazá y la cabecera de Cáceres. En Caucasia se estaría afectando el 70 % aproximadamente del municipio y Nechí se estaría inundando en su totalidad”, indicó.

De la Cuesta destacó que ante este escenario hay un margen de tiempo que permite actuar a las autoridades oportunamente: “Puerto Valdivia es la población más cercana y por eso optamos por evacuarla desde ya, porque es la que menos tiempo nos daría, mientras que con los otros municipios tenemos entre cuatro y diez horas y estamos reforzando los trabajos logísticos para que las personas de estas poblaciones se trasladen a lugares más altos para evitar la pérdidas de vidas”.

El funcionario también manifestó que hasta el momento no se tienen evidencias de erosión de la estructura, pero que esta situación se está revisando las 24 horas del día. Sin embargo, indicó que el invierno es uno de los mayores retos porque dificultaría las labores para alcanzar la altura de la presa.

«El invierno nos afecta porque si llueve al sur del país nos va llegar un caudal más grande de agua que llenaría el embalse con más rapidez y nos daría menos tiempo para terminar la construcción. Un segundo aspecto es que en el sitio de presa nos dificultaría las labores para terminar de llenar con material, que esta compuesto de limo arcilloso y enrocado, porque no nos dejaría compactarlo para alcanzar la cota de altura de la presa», agregó.

El gerente explicó que las labores de realce de la presa estaban planeadas para terminarlas el 20 de mayo, pero los eventos que se han presentado en estos días han dificultado esa labor, que permitiría mitigar el riesgo que se presenta actualmente en el proyecto.

«En este momento donde está saliendo el agua en la base de la presa era uno de los túneles donde se movilizaban las volquetas para colocar el enrocado, estamos estudiando si podemos utilizar otra galería para poner el material porque no lo podemos movilizar. Nos están faltado por mover unos 90.000 metros cúbicos para terminar la presa», señaló.

En ese sentido, De la Cuesta explicó que este proceso podría tardar unos días ya que la estructura, construida con un tipo de enrocado con núcleo impermeable, se encuentra en la cota 403 y se debe llegar a la 410 para disminuir el riesgo de que la presa se desborde por encima de proyecto.

 

NO HAY CONTROL TOTAL DE LA SITUACIÓN

El agua represada en el proyecto Hidroituango lleva más de siete horas bajando por una galería, y no solo por el cuarto de máquinas como esperaba EPM. Esta información la confirmó el gerente de la entidad, Jorge Londoño De la Cuesta, quien reconoció no tienen control de esta situación y por eso mantienen las máximas alertas.

En entrevista con Blu Radio, Londoño detalló que tras la emergencia del mediodía del pasado miércoles, cuando se obstruyó una de las salidas de descargue por donde estaba bajando el caudal del río Cauca, el agua continuó saliendo por casa de máquinas pero, a la medianoche, de nuevo detectaron fluidos por fuera de esta sala.

La información la corroboró la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres (Ungrd), que a través de un comunicado reportó que “en una zona denominada “galería 284” se sigue presentando salida de agua, que es la que podría erosionar la base de la presa”.

El gerente de EPM manifestó que en las últimas 24 horas los trabajos para terminar los siete metros de la cresta del proyecto, y así poder evacuar el represamiento por el vertedero de la hidroeléctrica, no se han podido llevar a cabo porque las vías por donde transita la maquinaria con el material resultaron afectadas por la emergencia.

 “La tragedia puede ser de grandes proporciones si no la manejamos oportunamente”, confesó Londoño y solicitó el apoyo del Gobierno Nacional, e incluso consideró la necesidad de recibir ayuda de otros estados para mitigar la crisis en Hidroituango.

El cronograma de trabajo está retrasado hasta que puedan controlar la salida de agua por otros sitios distintos a la casa de máquinas. Por ello, EPM informó que las obras no podrían terminar el domingo 20 de mayo como estaba previsto.

 “Dadas las circunstancias son inciertas las fechas, pero estamos poniendo toda nuestra capacidad logística. (…). Faltan 90.000 metros cúbicos de material (para terminar la presa) y eso podría tardar entre tres y cuatro días cuando reiniciemos las labores”, afirmó Londoño.

 

LOGRAR LA ALTURA

En medio de este complejo panorama, EPM está concentrada en alcanzar la altura de la presa para poder evacuar el exceso de agua a través del sistema de vertedero, toda una carrera contra el tiempo ya que mientras se avanza en la construcción, el embalse se está llenado cada vez más rápido por la temporada invernal que afecta al país por estos días. A pesar de que se mantienen las expectativas de controlar la situación, todavía existe una incertidumbre sobre lo que podría pasar con el proyecto, por eso desde ya se han encendido las alarmas ante un posible colapso de la estructura.

El presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, Argelino Durán, destacó que ante esta emergencia la prioridad es proteger la presa para reducir el riesgo de que el embalse se salga de control y termine desbordándose por encima de la misma.

“Definitivamente estamos en un estado de emergencia con este proyecto, hay que buscar la forma de proteger la presa para que no vaya a fallar. Por eso es importante realzar rápidamente la estructura para que el vertedero de excesos se pueda poner a funcionar y reducir el riesgo actual evacuando el agua por ese sistema. Con esto ya podríamos estar más tranquilos porque daría un tiempo para revisar la situación en el cuarto de máquinas y mirar su afectación”, le explicó Duran a COLPRENSA.

Por su parte, el docente de ingeniería Ambiental de la Universidad Central y especialista en infraestructura hidráulica, Gélber Gutiérrez, fue más allá y consideró que este problema en Hidroituango se pudo haber generado porque no se siguió con el protocolo de terminación de la obra y de llenado del embalse.

 “Lo que se observa es que definitivamente se tiene una pérdida de control por una falta de planeación y por no seguir unos protocolos para terminar preliminarmente la obra y proceder al llenado del embalse. Estamos en una carrera contra el tiempo porque se está construyendo la presa y al mismo tiempo el embalse se está llenando con mayor caudal que la capacidad que puede tener la casa de máquinas para evacuar el agua», explicó Gutiérrez.

Con esta postura concuerda Oswaldo Ordóñez, experto en este tipo de estructuras y docente de la Universidad Nacional (Sede Medellín), quien aseguró que el control lo tiene totalmente el agua porque no se sabe lo que está pasando dentro de los túneles y el cuarto de máquinas, por donde se está evacuando actualmente el río Cauca.

 “Estamos a merced de un monstruo porque no estamos hablando de una simple quebrada sino de más de 1500 metros cúbicos por segundo de agua que están entrando a unos túneles y unas obras que no estaban preparadas para recibirla, ni corrida ni a presión, entonces lo que puede pasar allá adentro es inimaginable”, explicó Ordóñez.

Para los expertos, la incertidumbre está en que no se conoce lo que está pasando al interior de los túneles y del cuarto de máquinas, y los últimos eventos han llevado a pensar que no se tiene control sobre la situación por lo que es importante estar preparados ante el peor de los escenarios, que es el total colapso de la estructura.

 “Si la presa no se termina con rapidez y por algún motivo se tapa la casa de máquinas, ya no habrá por donde evacuar el agua y el nivel del embalse subiría hasta pasar por encima de la presa, que como no está terminada se llevaría los materiales de construcción conformados por piedras y arcilla destruyendo la estructura. EPM está acelerando la construcción para que la altura de la presa quede por encima del vertedero por donde se puede evacuar el agua de exceso del embalse», aseguró Ordóñez.

Para el presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, este no es el momento adecuado para buscar las causas y los responsables de la emergencia que se está presentando, sino que todos los esfuerzos deben estar enfocados en controlar la situación y terminar la construcción de la presa para proteger la estructura.

BOGOTÁ COLPRENSA

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