Alea Iactaest

Como dijo Julio Cesar al cruzar el rio Rubicon,“la suerte está echada” en materia política, el próximo domingo acudiremos los ciudadanos en ejercicio a votar por el candidato de nuestras predilecciones para que nos gobierne como presidente por los cuatro años que siguen.

En mi concepto, por lo menos el 90% de los colombianos que están decididos a votar, ya tiene escogido a su candidato y las opciones en primer lugar, según las encuestas, están centrada, por un lado entre Iván Duque que representa la política institucional, constitucional y legal, con planteamientos económicos que no pondrán en riesgo la propiedad privada, el desarrollo empresarial, el crecimiento en base a nuestros productos básicos, el aumento dela producción en el  campo, la industria y la educación como base fundamental del desarrollo social.

Por el otro, tenemos a Gustavo Petro, representante de una izquierda con propuestas que rayan en un populismo que podría poner en peligro la institucionalidad del Estado colombiano, lo mismo que la economía nacional al plantear propuestas dignas de un Estado asistencialista, modelo que ha fracasado en todos los países donde han tratado de implantarlo. Tal como ha pasado en Venezuela.

Y para colmo, Petro últimamente está sembrando la duda sobre nuestro sistema electoral y nuestras leyes, las mismas que le han permitido ser parlamentario y Alcalde de Bogotá después de haber permanecido en la ilegalidad por mucho tiempo. Eso es deslealtad política y muestra de miedo a perder y responsabilizando a otros de su derrota por anticipado.

Sigue como opción el profesor Fajardo, que con su indecisión en sus posiciones ideológicas y a pesar de haber crecido un poco, no ha logrado convencer a los colombianos, que siempre han esperado de los candidatos posiciones claras y precisas con relación a los temas nacionales.

Germán Vargas, candidato de centro derecha y  de la clase política, según las encuestas no ha logrado posicionarse ante la opinión pública, sin embargo, no se puede menospreciar el respaldo de los caciques políticos que siempre han manejado un buen caudal de votos en las elecciones y que saben para qué es el poder, lo acompañan, parlamentarios, gobernadores y alcaldes, amanecerá y veremos. Sus propuestas igualmente son acordes con nuestra constitución, nuestras leyes y nuestras instituciones.

De la Calle, al fin no arrancó como candidato, el lastre de haber aprobado un acuerdo contra la voluntad del pueblo, no lo ha dejado aupar en la encuestas ni ante la opinión pública, Lo que demuestra que no siempre lo que piensan los gobernantes, es lo quieren los gobernados.

Yo votaré por Iván Duque, me parece la mejor opción para esta Colombia que deja Santos dividida, en peligro de desinstitucionalizarse, con un ajusticia en crisis, con una economía cojeando y que necesita hoy más que nunca aún joven que logre amalgamar las distintas tendencia políticas, económicas y sociales para buscar un mejor futuro para todos.

¿Sabes qué? Lo importante es la participación de la mayoría ciudadana, salgamos a votar libre y espontáneamente, sin enfrentamientos, sin pensar que Colombia es un ring de boxeo.

Catedrático universitario