HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Huelgas tienen a Brasil en medio de incertidumbre

Una semana de cese llevan los trabajadores del transporte de Brasil, lo que ha representado para el país pérdidas de más de 7.200 millones de dólares. Con la producción estancada, el presidente Michel Temer y la centroderecha adelantaron esfuerzos para negociar con dicho gremio el fin de una costosa huelga que ya implica un freno al crecimiento de la economía –se redujo la previsión del 2,75 % al 2,3 %–. No obstante, cuando se esperaba que los transportadores volvieran por fin a sus vehículos, los petroleros iniciaron ayer otro paro.

 

El motivo inicial de los camioneros para ir a huelga estaba claro: el alto precio del combustible. Desde 2016 y con motivo de sus escándalos de corrupción, la estatal Petrobras se enfocó en el restablecimiento de las finanzas y la credibilidad, con su política de “transparencia de precios” impulsada por Pedro Parente, designado por Temer. Sin embargo, esa política generó una imprevisibilidad de precios, lo que llevó a los trabajadores del transporte a la agenda de calle.

Temer, el presidente más impopular en la historia de Brasil –cuenta con solo el 5 % de respaldo–, pidió la semana pasada ayuda a las Fuerzas Armadas para despejar las carreteras, pero el domingo anunció una serie de concesiones como una disminución temporal del precio del diesel con subvenciones del gobierno.

El efecto fue adverso, las concesiones no acabaron de inmediato con el paro y, por el contrario, hundieron las acciones de Petrobras. Además, pusieron en entredicho las metas de austeridad impulsadas por su gobierno.

 

Ahora los petroleros se suman, pero no necesariamente por el tema económico. “¡Defender a Petrobras es defender a Brasil!. Los petroleros estamos en lucha, en defensa de Petrobras y contra este desmontaje que están haciendo Pedro Parente y Michel Temer”, dijo Tezeu Bezerra, coordinador de Sindipetro Norte Fluminense de Río de Janeiro, en un discurso ante 30.000 personas.

Los petroleros afirmaron que su huelga tendrá inicialmente una duración de 72 horas, y que no generará más desabastecimiento para el país. No obstante, es claro que Michel Temer y Brasil enfrentan una grave incertidumbre a menos de cinco meses de las elecciones generales.

 

TODO UN AJEDREZ

¿Incidirá esta crisis en el tema electoral y político?

En opinión de Iván Godoy, periodista de Radio Senado Brasilia, “la incapacidad de Temer de ganar apoyos y su impopularidad, en una coyuntura como esta, que requiere un efoque decidido para hacer reformas económicas, demuestra que el país está ante un grave peligro, por lo menos, antes de la posesión de un próximo mandatario. No hay indicios de golpe, pero esto aún puede ser el principio de una revuelta general contra la austeridad. Similar al inicio del fin de la era Rousseff (2014)”.

 

De hecho, los sindicatos aseguran que las huelgas de petroleros y camioneros son apenas una antesala de un paro general e indefinido que se está planeando para junio.

Respecto a la posible incidencia en los comicios presidenciales del 7 de octubre, Paulo Sotero, director del Instituto de Brasil del Woodrow Wilson International Center, “no está claro cómo el país va a sostener esto, mientras que el escenario ya era de polarización. Basta decir que el candidato más opcionado es, por primera vez en la historia, un ultraderechista, Jair Bolsonaro. Mientras que la izquierda también se fortalece, de momento no se encuentra un mínimo de equilibrio en todo esto. De esta forma no es conveniente hacer predicciones sobre lo que viene en esta coyuntura dramática”.

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