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Circular azul de Interpol para el empresario Carlos Mattos

El empresario Carlos Mattos, envuelto en un escándalo por manipulación del sistema judicial, sustentó su modelo económico en la apertura que el país vivió durante la década de 1990. Hoy está prófugo de la justicia.

La Fiscalía General de la Nación solicitó a la Interpol emitir circular azul en contra de Carlos Mattos, empresario de Hyundai Colombia, tras la orden de captura emitida por un juez de garantías el pasado viernes.

 

De acuerdo con las autoridades, la orden de captura obedece a las investigaciones que adelanta el ente acusador por la presunta manipulación del sistema de reparto judicial en el llamado caso Hyundai.

Por estos hechos fueron capturados seis personas, quienes son señaladas por la Fiscalía de interferir en el proceso para la revisión de la demanda.

Entre los detenidos se encuentra Luis David Durán, quien haría parte del equipo de abogados del empresario Carlos Mattos.

Se investigan las irregularidades en el reparto de una demanda que presentó el dueño de la empresa Hyundai Colombia contra la coreana Hyundai Motor Company, que durante septiembre de 2015 le quitó a Mattos la representación comercial de la marca en el territorio nacional.

Por estos hechos había sido capturado un ingeniero que pertenecía al Complejo Judicial de Paloquemao.

EL OCASO DE UN EMPRESARIO

Primero fue su papá, José Mattos, y luego su tío, Carlos Enrique Mattos. Los dos dieron inicio al fortín económico de la familia, que se basó en el sector algodonero y ganadero, y que posteriormente Carlos Mattos supo aprovechar para hacer sus primeros pinos como inversor.

La carrera empresarial que construyó hace algo más de 30 años empezó a venirse a abajo cuando Hyundai Motor Company, matriz de la firma surcoreana de automóviles, le quitó la representación en el país.

Y en medio de esa disputa, que empezó hace ya tres años, la Fiscalía General de la Nación ordenó la captura del empresario argumentando que en el pleito entre Mattos y la compañía asiática, este habría llevado a cabo una manipulación de reparto en los juzgados, con miras a que su empresa (Hyundai Colombia) se viera favorecida en el pleito.

El haber utilizado maniobras ilícitas, según el ente regulador, habrían impedido en ese momento la venta de carros y la solicitud de repuestos. Se calcula que unos 85 mil usuarios se vieron afectados.

La decisión de la Fiscalía hizo que Mattos se entregara el pasado domingo ante la justicia española, a la espera de responder por los requerimientos. Sin embargo, la orden de captura solo puede hacerse efectiva en Colombia. La Fiscalía solicitaría su presencia para la imputación de cargos.

 “El caso es vergonzoso. Es que en su momento fueron muchas las personas que se vieron afectadas con las maniobras llevadas a cabo por el señor Mattos. Fue, además de una manipulación del sistema judicial, una violación directa a la libre competencia”, argumentó José Roberto Acosta, profesor del Cesa y uno de los mayores críticos sobre las actuaciones de Mattos.

Cabe recordar que el abogado del empresario, Luis David Acuña había aceptado su responsabilidad en los delitos de cohecho propio, acceso abusivo a sistema informático, daño informático agravado y utilización ilícita de equipos transmisores o receptores.

Y en el marco de la misma investigación, la vicefiscal general de la nación, María Paulina Riveros, había anunciado la captura de Edwin Enrique Angulo Martínez, funcionario judicial, quien habría manipulado el sistema de reparto judicial y solicitado coimas para interceder en contratos de actualización tecnológica para la Rama Judicial.

EL ADN EMPRESARIAL

El negocio algodonero que la familia Mattos supo llevar a buen puerto, a pesar de la época de la violencia, resultó clave para que el empresario de 70 años contara con el brazo económico necesario que posteriormente le serviría para ser exitoso en el sector automotor.

La apertura económica liderada por el expresidente César Gaviria, a inicios de la década de 90, fue vital para que Mattos viera en la importación de carros, su modelo más fuerte de negocio.

Desde ese momento, el empresario nacido en Codazzi (Cesar) fue ejemplo de la globalización que empezó a transformar al país.

La marca Hyundai, para ese entonces, aterrizó en Colombia de la mano de Mattos, y desde ese momento, hasta el año 2015, fue su único representante en Colombia.

“Sin duda alguna la apertura económica en la que Colombia se metió a inicios de 1990 permitió ver cómo nuevos sectores se fortalecieron y empezaron a ganar protagonismo, uno de los más importantes fue el sector automotor”, afirmó Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional.

El experto añadió que el éxito empresarial de los emprendedores de ese momento tuvo lugar gracias a que “fueron pioneros, contaban con un capital importante de dinero que los respaldaba y lograron, en periodos cortos, tener reconocimiento de marca”.

Fuentes cercanas a Carlos Mattos, que pidieron guardar su nombre, se refirieron al empresario como un hombre típico de negocios: “Sagaz, inteligente y preocupado por defender sus intereses”. Al mismo tiempo lamentaron el hecho de que el exdirectivo de Hyundai en Colombia llevara a cabo estas maniobras,

A Mattos, ingeniero industrial del Lowell University de Massachusets, también se le criticó fuertemente por haber sido beneficiado dentro de la administración del fallecido alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán. Las acusaciones van sobre la disposición de espacios públicos con miras a la explotación comercial.

Mattos, en entrevista fechada para el 23 de septiembre de 2012 con El Universal de Cartagena, aceptó el haber apoyado económicamente la campaña de Terán y dijo que una de esas exhibiciones comerciales se dio bajo acuerdo con la Presidencia.

CÓMO LE FUE A HYUNDAI

Desde el divorcio Mattos-Hyundai, la representación de la marca pasó a manos de Neocorp, compañía perteneciente al ecuatoriano Grupo Eljuri.

 “Además de una mala imagen internacional por la violación a la estabilidad jurídica para las empresas, las marcas deben enfrentar la pésima fama que les queda”, puntualizó Giovanni Reyes, profesor experto en empresas de las Universidad del Rosario.

No es entonces gratuito que entre 2015 y 2016 el registro de nuevas matrículas de Hyundai cayera 66,1 %. Pasó de 17.617 unidades a 5.977. Perdió participación de mercado: de 6,2 % a 2,4 %.

En 2017 la firma asiática logró recuperarse en un 43 % (registró 8.956 unidades), y recuperó participación de mercado, subió hasta 3,6 %

Sobre la importancia de Hyundai en el mercado colombiano, Eduardo Visbal, vicepresidente de Fenalco dijo que “se trata de una marca de calidad, que atrae el interés del consumidor colombiano. Las firmas asiáticas son cada vez más llamativas”.

Ahora se espera que Mattos se presente ante la Fiscalía y responda por las acusaciones. La firma Gómez de Liaño & Márquez asumió su defensa en el exterior.

BOGOTÁ COLPRENSA

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