HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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El Magdalena, será referente de sostenibilidad ambiental en cultivos de palma de aceite

En la VII Conferencia Latinoamericana de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO) se destacaron los importantes avances en sostenibilidad de los cultivos de palma.

Se creó un fondo para pequeños productores que está enfocado en apoyar el proceso de implementación de buenas prácticas ambientales, sociales de sostenibilidad ambiental.

Noticias santa marta

En el marco de la versión cuadragésima sexta del Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, se desarrolló la VII Conferencia Latinoamericana de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO), donde se dio a conocer que pequeños productores del departamento del Magdalena son los principales beneficiados con recursos que contribuirán a su certificación en sostenibilidad ambiental de cultivos de palma.

Esto se logra una vez que la RSPO creó un fondo para pequeños productores que está enfocado en apoyar el proceso de implementación de buenas prácticas ambientales, sociales de sostenibilidad. El tema central de esta estrategia es que se convierta en un mecanismo para mejorar las condiciones de vida de los productores a través de una mejor productividad. Si bien, la RSPO es una asociación sin ánimo de lucro que reúne a diversos actores en la cadena de valor palmera, con el objetivo de promover la producción y uso de aceite de palma con criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica. La RSPO es la iniciativa más reconocida en el ámbito internacional en materia de sostenibilidad para el sector.

Por consiguiente, Francisco Naranjo, director para Latinoamérica de RSPO, aseguró que “la Asamblea General de RSPO, aprobó proyectos de pequeños productores que buscan desarrollar una estrategia global para la certificación en sostenibilidad ambiental.  En Colombia se han aprobado sólo dos proyectos, uno en el Magdalena y otro en Tumaco, estos productores dispondrán de una serie de recursos para adelantar estudios en planes de manejo. Ya se inició la implementación de estos proyectos, esperamos que en Colombia se sumen muchas más propuestas, si bien el fondo aún tiene recursos disponibles para ayudar”.

El Director de la RSPO, destacó también que “lo interesante de la zona Norte, donde se encuentra el Magdalena es la importante geografía con la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga Grande, en medio de estas maravillas están miles de hectáreas de palma establecidas, entonces me parece fundamental que le pongamos toda la atención para que ese ambiente se mantenga de mejor manera posible y hacer un caso de estudio de éxito en la función sostenible en esta zona”.

“Buscamos que se fortalezcan proyectos palmeros que transformen la vida de pequeños productores, pero que también sean compatibles con las necesidades de conservación. En la zona Norte se encuentran los últimos remanentes de bosques secos en Colombia, por ello hay que tener especial cuidado y por eso  nuestro interés en esta zona porque tenemos una excelente oportunidad de compatibilizar, tener una producción sostenible que cambie la vida de las personas pero que también se pueda conservar el medio ambiente”, puntualizó el doctor Naranjo.

Por otra parte, durante la Conferencia Latinoamericana de RSPO de Colombia 2018, algunos de los panelistas resaltaron la importancia de la certificación para entrar a los mercados nacionales e internacionales, teniendo en cuenta que los altos valores de conservación garantizan que la producción de palma no destruya el medio ambiente en sus plantaciones, realizando para ello controles de sistema de calidad. Además de la importancia del Acuerdo de Voluntades como estrategia integral de control a la deforestación y gestión de los bosques.

EL PRESIDENTE DE FEDEPALMA

Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de Fedepalma, destaca que la entidad fue una de las organizaciones pioneras en adherirse a la RSPO, tras su constitución en 2004; desde entonces, “el compromiso de la agroindustria de la palma de aceite colombiana con la sostenibilidad ha sido aún más decidido. Es así como el gremio desplegó una institucionalidad para desarrollar estrategias orientadas a aumentar la consciencia y los esfuerzos de los productores, en torno al respeto por el medio ambiente y a su responsabilidad en el ámbito social, con sus trabajadores y con las comunidades”.

“Nuestro país tiene un enorme potencial para expandir no solo el cultivo de la palma de aceite, sino muchas otras actividades agrícolas. La superficie terrestre de Colombia es de aproximadamente 114 millones de hectáreas, de las cuales 63,2 millones (el 56,7%) están cubiertas por bosques naturales y poco más de 40 millones de hectáreas (el 35%) tienen hoy potencial de uso agropecuario. De esta última cifra, según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, alrededor de 8 millones de hectáreas (20% de la frontera agrícola) cuentan con áreas cultivadas. En este sentido, el gremio palmero está comprometido con que el desarrollo futuro de esta actividad continúe dándose sin deforestar y respetando criterios ambientales”, enfatizó el doctor Mesa Dishington.

SOSTENIBILIDAD SOCIAL

Es de destacar además que en lo social, el cultivo de la palma de aceite en Colombia ha sido reconocido por su alto nivel de empleo y formalidad. En 2017, el sector palmero colombiano generó alrededor de 170.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. A esto se suman los recientes resultados de la Primera Gran Encuesta de Empleo Directo del sector palmero, realizada por el Dane y Fedepalma, según los cuales el 82% de los trabajadores del sector cuentan con una vinculación formal, lo cual contrasta totalmente con la alta informalidad del empleo rural, que, según el más reciente informe del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, es del 82%.

El sector palmero colombiano también es ejemplo en materia de negocios inclusivos. En Colombia hay alrededor de 5.000 pequeños productores de palma de aceite, que representan más del 80% del total de productores palmeros del país. Buena parte de ellos forman parte de 139 alianzas estratégicas, en las que confluyen pequeños, medianos y grandes productores, que se han convertido en un referente para otros sectores productivos.

SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA

Por último, en lo económico, el modelo de negocio de los palmicultores no solo incorpora las variables económicas y financieras, sino también las ambientales y sociales, las cuales, si bien se pueden ver reflejadas como un mayor costo, finalmente redundan en aumentos en la productividad y en la competitividad del productor.

“Por último, no quisiera dejar de hacer un reconocimiento a la labor de la RSPO en Latinoamérica. Este brazo de la RSPO en nuestra región se ha venido fortaleciendo en los últimos años, ahora, con la inminente apertura de la oficina de RSPO Latinoamérica en Bogotá.  Estamos seguros de que este fortalecimiento de las capacidades físicas y humanas de la representación en América Latina, redundarán en mayor cercanía, empoderamiento y eficiencia en la gestión de los intereses y compromisos de sus miembros en la región”, concluyó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma.

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