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Castigo ejemplar para los asesinos de cuatro policías
El presidente peruano Martín Vizcarra prometió un «castigo ejemplar» a los asesinos de cuatro policías que fueron emboscados en un valle cocalero donde operan narcotraficantes y remanentes de la guerrilla de Sendero Luminoso.
Los cuatro policías viajaban en una camioneta cuando fueron emboscados la tarde del jueves en la carretera que une los distritos de Churcampa y Anco, en Huancavelica, en el sureste de Perú.
«Haremos todo el esfuerzo para ubicar a los responsables y que tengan un castigo ejemplar», dijo Vizcarra, al condenar el primer atentado contra policías perpetrado en su mandato, iniciado el 23 de marzo.
«Sabemos que es zona de narcotraficantes que están asociados con rezagos del terrorismo», agregó el presidente, quien envió al ministro del Interior, Mauro Medina, a la zona para encabezar la búsqueda de los atacantes.
Vizcarra dijo que el ministro «ya está en la zona para (…) hacer una reacción rápida tanto de la policía y fuerzas armadas que están dentro del VRAEM», el Valle de los Ríos Apurimac, Ene y Mantaro, la mayor zona de producción de hoja de coca de Perú.
El general Alexis Bahamonde, jefe policial en el VRAEM, dijo al diario El Comercio que los policías fueron acribillados con metralletas y explosivos desde los cerros aledaños a la ruta.
En los últimos dos años, 11 policías y militares murieron en emboscadas en el VRAEM, que permanece bajo vigilancia militar desde hace una década, donde remanentes de Sendero Luminoso operan aliados con narcotraficantes, según las autoridades.
La guerrilla maoísta de Sendero Luminoso fue desarticulada en los años 90 y sus líderes purgan cadena perpetua.
Perú es, junto a Colombia y Bolivia, uno de los mayores productores mundiales de hoja de coca, materia prima para la fabricación de cocaína, según la ONU.
